Los familiares y otra etapa de su lucha


Los familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew pidieron que los cinco marinos imputados sean condenados a prisión perpetua de cumplimiento efectivo en cárcel común y no domiciliaria. El pronunciamiento lo hicieron público en el mismo recinto del juicio, apenas culminada la audiencia de ayer. La portavoz fue Ilda, la viuda de Humberto Toschi, quien agradeció a la prensa ya que “a partir de lo publicado en la zona el caso tuvo la trascendencia nacional que queríamos”.
Como al juicio le quedan pocas audiencias, la mujer explicó que “ahora el compromiso es mayor del que ya teníamos”. Tras una charla colectiva entre los parientes, “en estas condiciones y más allá de los actos por los 40 años, nos pareció interesante comenzar una segunda etapa en esta lucha: lograr la definitiva justicia”.



La vocera subrayó que “en este caso no puede haber ninguna absolución” ya que según su visión, está muy claro que la orden de los asesinatos recorrió entera la cadena de mandos que se inició con el expresidente de facto Alejandro Lanusse. “La orden bajó desde la junta usurpadora del poder y fue tomada por el responsable de la Base que la retransmite a los ejecutores”. Tras los fusilamientos, “se completó con la actuación de un encubridor que llega con la orden expresa de hacer el operativo limpieza de todo, es decir, tratar de invisibilizarlo”.


 

“Seguramente van a decir que se pidieron sanciones para los ejecutores de ese momento –explicó Toschi-; en realidad fueron premios porque fueron trasladados a agregadurías navales en las embajadas. No tenemos conocimiento de que ninguno haya sido dado de baja o echado de la fuerza como una sanción realmente ejemplificadora”.
Los familiares están convencidos de que “todos y cada uno de los juzgados son culpables y estamos seguros de que el tribunal ponderará todas las pruebas que se dieron y no habrá absoluciones”. Además advirtieron que la cárcel debe ser efectiva. “Sin posibilidad de domiciliaria, es claro. Para nosotros no hay opciones de ningún tipo”.
Lograda la condena irán por la extradición del teniente Roberto Bravo, que vive en EE.UU. “Es el paso que nos queda y esto nos dará pie nuevamente para solicitar la extradición del que nos está faltando”. Toschi se mostró conforme con el tribunal y sus preguntas. “Percibimos que hay una intencionalidad de recabar todas las pruebas para declarar a este crimen de lesa humanidad, que es lo que nos interesa a todos”.
Marcela Santucho, hija de Mario Roberto Santucho y Ana María Villarreal, recordó que su última visita a la zona fue con 9 años, para ver a sus padres en la Unidad 6 de Rawson. “No podíamos volver porque sentíamos que este lugar era tétrico”. Es la primera de su familia en tomar coraje. “No sólo pedimos justicia divina sino también la humana; esperamos que este juicio que termina en dos meses sea una condena ejemplar, con cárcel común y perpetua”.
Julio Ulla, hermano de Jorge, uno de los fusilados, consideró que lo que pasa en Trelew es “una situación casi mágica” por la solidaridad a los familiares. “No tengo cómo terminar de agradecer. Reencontrarnos tras 40 años con la gente que tuvo que ver con esa tragedia nos generó un compromiso de comunión”. Julio dijo que estar fue un pedido de su padre hace 40 años. “Su legado fue pedirme que si algún día este juicio se realizaba tenía que estar presente en homenaje a su presencia”. Sus hijos estuvieron en el recinto. Según Ulla, “juntamos tres generaciones, casi 100 años de una historia argentina de otras tantas tragedias que se vivieron, por eso les pedimos una justicia que cierre este episodio y de nuevo podamos decir nunca más”.#

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