Juicio
por la masacre de Trelew
A
40 años: solidaridad, justicia y futuro de un pueblo
En el 40 aniversario de la masacre de Trelew, Casa
del Chubut en Buenos Aires y Grupo Los Altares recibieron en Sarmiento 1172 a militantes políticos,
familiares, funcionarios provinciales y nacionales para poner en común
experiencias y relatos que ayuden a comprender los hechos en el marco de
movilización popular y en el contexto represivo de aquellos años.
La actividad, que contó con la presencia de al
menos 130 personas, comenzó con el saludo de la Directora de la Casa, Silvia
Giusti. El primer expositor fue Rafael Bielsa, Secretario del SEDRONAR y Ex
canciller, quien compartió sensaciones y relatos de la Patria Fusilada con gran
emoción. A continuación Germán Kexel, abogado querellante en el Juicio de la Masacre
de Trelew por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación expuso los
desafíos técnicos y jurídicos de juzgar delitos cometidos con anterioridad a
1976, así como también la importancia en términos personales y sociales como
chubutense. Eduardo Anguita, militante, periodista y director de Miradas al Sur,
recordó los relatos de los hechos en la voz de distintos militantes,
recuperando anécdotas y sensaciones que humanizaron la construcción política de
aquella generación. Por último, Raquel Camps, hija de Alberto Camps, sobreviviente de Trelew, emocionó al auditorio compartiendo sus sentimientos y
recorridos en la reconstrucción de su pasado, de la vida de sus padres y su
mirada sobre estos procesos de justicia.
El cierre estuvo a cargo de Guillermo Almirón,
Secretario General de la Gobernación, quien destacó la importancia que tiene
para la provincia, a nivel político pero también institucional, la realización
del presente juicio como parte del camino de memoria, verdad y justicia. A su
turno, Daniel Jones, moderador del evento por parte de Grupo Los Altares,
destacó la importancia como generación política de ser parte del proceso
iniciado en 2003 de participación y reconstrucción del pasado de cara al
presente, particularmente en este caso paradigmático que nos toca tan de cerca.
El encuentro de ayer evidenció que este tiempo de
cambio nos exige mirar hacia atrás para comprender el pasado y conducir el
futuro. Estuvo presente en la sala lo mejor de las tradiciones de organización
y solidaridad de nuestros pueblos. Como testigos de la justicia abierta con el
fin de las leyes de impunidad, encontrarse a compartir y reflexionar es un paso
más en ser protagonistas de la memoria y la verdad.
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