El retiro de una placa en honor a uno de los jueces integrantes del
denominado “Camarón” que juzgó presos políticos y sobreseyó a los
responsables de la Masacre de Trelew desató una controversia entre los
integrantes de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. Aquí la cobertura de Tiempo Argentino.
Polémica en Tribunales por el retiro de una placa en honor a juez cuestionado
La Unión de Empleados de la Justicia logró la remoción del recordatorio de un magistrado asociado a la dictadura de Onganía, y propuso emplazar otro con el nombre de un abogado asesinado por la dictadura. Quiénes se oponen.
El
retiro de una placa en honor a uno de los jueces integrantes del
denominado “Camarón” que juzgó presos políticos y sobreseyó a los
responsables de la Masacre de Trelew desató una controversia entre los
integrantes de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
Aunque el recordatorio fue quitado del frente del edificio donde
funciona ese tribunal, aún resta definir un homenaje a uno de los
desaparecidos integrantes del Poder Judicial. El viernes hubo una
reunión entre los camaristas en la que no llegaron a un acuerdo, y se
pospuso su resolución con fecha indefinida. “Jorge Vicente Quiroga.
Secretario, fiscal y juez de la Nación. Administró justicia con
prontitud ejemplar. Integró la Cámara Federal en lo Penal hasta su
disolución el 26 de mayo de 1973. Fue asesinado por delincuentes
terroristas el 28 de abril de 1974”, rezaba el bronce que fue retirado
el 8 de junio por orden del presidente de la Cámara, Gustavo Bruzzone.
El pedido para remover el recordatorio en la puerta de Viamonte 1155 fue
impulsado por la Unión de Empleados de la Justicia que conduce Julio
Piumato. Con su firma y la de los delegados gremiales del fuero penal,
el 22 de mayo extendieron la sugerencia de que sea homenajeado Guillermo
Díaz Lestrem, un abogado asesinado por la dictadura. El CELS,
Familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew, el Colegio Público
de Abogados de la Capital, la Asociación de Abogados de Buenos Aires,
Abuelas y la Asociación de Abogados Laboralistas apoyaron el reclamo.
Quiroga integró el “Camarón”, la “cámara penal especial” creada por la dictadura de Juan Carlos Onganía para juzgar a detenidos políticos. Fue uno de los encargados de sobreseer a los marinos implicados en la Masacre de Trelew, y fue asesinado en un hecho que se atribuyó el ERP. “Haber sido juez de un tribunal especial creado por un gobierno de facto en abierta contradicción con la Constitución amerita la quita de la placa”, indicaron las organizaciones. El recordatorio había sido instalado por otro dictador: Jorge Rafael Videla, en diciembre de 1979. “Se torna imperioso dejar de rendir homenaje a un sujeto que se desempeñó en un tribunal dedicado encarcelar gente por razones políticas”, afirmó el escrito que recordó que Quiroga nunca recibía a familiares de los presos políticos y les hacía dejar sus escritos judiciales por debajo de la puerta de su despacho.
Aunque el fuero coincidió en retirarla, las diferencias surgieron a la hora de definir de qué forma remplazar la placa. Algunos jueces como Mirta López González sugirieron un recuerdo a todos los desaparecidos del Poder Judicial. María Laura Garrigós de Rébori pidió que el bronce sea remitido a un museo. En tanto el juez Juan Cicciaro solicitó remitirse a una acordada de 1995 para definir el destino de la placa. Pero los que expresaron su postura contraria al remplazo fueron los camaristas Alberto Seijas y Julio Lucini, que firmaron un escrito conjunto el mismo día de la bajada del recordatorio. “Fue asesinado en plena vigencia de un gobierno constitucional en 1974”, aclararon sin mencionar su paso por el “Camarón”. “Aparecen también en escena componentes de orden político, al cual el tenor de la placa no resulta ajeno”, afirmaron para concluir que “en pos de no mantener vivos enfrentamientos propios de una etapa de nuestra historia reciente, estimamos conveniente acceder al pedido como también por las mismas razones desechar las solicitudes de sustitución que se efectuaron”. A Díaz Lestrem en el año 1973, la Corte Suprema le encargó investigar el desempeño de los agentes del “Camarón”, y más tarde se desempeñó como defensor oficial. En 1978 fue secuestrado por la dictadura luego de un largo hostigamiento por su labor. Su cuerpo apareció un mes más tarde.
Quiroga integró el “Camarón”, la “cámara penal especial” creada por la dictadura de Juan Carlos Onganía para juzgar a detenidos políticos. Fue uno de los encargados de sobreseer a los marinos implicados en la Masacre de Trelew, y fue asesinado en un hecho que se atribuyó el ERP. “Haber sido juez de un tribunal especial creado por un gobierno de facto en abierta contradicción con la Constitución amerita la quita de la placa”, indicaron las organizaciones. El recordatorio había sido instalado por otro dictador: Jorge Rafael Videla, en diciembre de 1979. “Se torna imperioso dejar de rendir homenaje a un sujeto que se desempeñó en un tribunal dedicado encarcelar gente por razones políticas”, afirmó el escrito que recordó que Quiroga nunca recibía a familiares de los presos políticos y les hacía dejar sus escritos judiciales por debajo de la puerta de su despacho.
Aunque el fuero coincidió en retirarla, las diferencias surgieron a la hora de definir de qué forma remplazar la placa. Algunos jueces como Mirta López González sugirieron un recuerdo a todos los desaparecidos del Poder Judicial. María Laura Garrigós de Rébori pidió que el bronce sea remitido a un museo. En tanto el juez Juan Cicciaro solicitó remitirse a una acordada de 1995 para definir el destino de la placa. Pero los que expresaron su postura contraria al remplazo fueron los camaristas Alberto Seijas y Julio Lucini, que firmaron un escrito conjunto el mismo día de la bajada del recordatorio. “Fue asesinado en plena vigencia de un gobierno constitucional en 1974”, aclararon sin mencionar su paso por el “Camarón”. “Aparecen también en escena componentes de orden político, al cual el tenor de la placa no resulta ajeno”, afirmaron para concluir que “en pos de no mantener vivos enfrentamientos propios de una etapa de nuestra historia reciente, estimamos conveniente acceder al pedido como también por las mismas razones desechar las solicitudes de sustitución que se efectuaron”. A Díaz Lestrem en el año 1973, la Corte Suprema le encargó investigar el desempeño de los agentes del “Camarón”, y más tarde se desempeñó como defensor oficial. En 1978 fue secuestrado por la dictadura luego de un largo hostigamiento por su labor. Su cuerpo apareció un mes más tarde.
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